jueves, 10 de septiembre de 2009


Mira mis manos, se están evaporando.
Haz puesto tu lengua en mis costillas rotas y saboreado mi sangre envenenada por los dioses marchitos.
Haz tomado mi mas polvoso recuerdo y masticado mi carne amarga, te has recostado en mi ardiente corazón y el te a platicado con palpitaciones todo el dolor que le produce el estar tan lejano de tu destino, haz tocado mis labios, devorado mi aliento y yo solo espero que en estas tormentas inicuas mi recuerdo prevalesca en las escamas de tu piel.

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